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Prohibido gritar en el rastro

Al borde del precipicio. Así aseguran encontrarse algunos comerciantes del rastro tras la entrada en vigor de la normativa europea, puesta en marcha recientemente en Zaragoza, que regula la venta en mercadillos ambulantes. Entre sus restricciones, que cuentan con sanciones que van de los 60 a los 300 euros, la prohibición de vender productos de segunda mano, alimentación, animales, plantar puestos ‘a barullo’ –sobre el suelo-, y las dos más criticadas por los afectados: no alzar la voz y no poder ser titular de un puesto más de diez años.

| etiquetas: zaragoza , gritar , rastro

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