Con un estilo en que los elementos surrealistas y mágicos se manifiestan como algo normal dentro de la configuración familiar, el fascinante trabajo de Paco Pomet explora estas ideas en sus pinturas a menudo en una paleta de colores monocromáticos, que se hace eco de la fotografía en tonos sepia de principios de 1900. Paisaje realista y sin embargo, inquietante en el que la artista juguetea con el mundo "real" mediante la creación de extraños personajes con deformidades. Un trabajo impresionante tanto visual como técnico
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