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La rebelión de las trabajadoras invisibles

Trabajan con bata blanca, pero no son médicos ni enfermeras. Cobran siete euros de media por hora y su jornada laboral se amplia sin retribución por los desplazamientos que realizan de un domicilio a otro. Son las auxiliares de ayuda a domicilio. Esas mujeres, apenas hay hombres en este ‘yacimiento’ de empleo del siglo XXI, forman parte del pilar de la atención profesionalizada a la dependencia, con contratos parciales que están muy lejos de una jornada completa y que cobran, por término medio, siete euros por hora trabajada.

| etiquetas: trabajadoras invisibles , dependencia en el hogar

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