Inmediatamente tras la emisión del programa, 12.000 personas decidieron hacerse donantes de órganos, incluso se dio el caso de seis que ofrecieron un riñón en vida. El Ministro de Educación y Medios de Holanda, que lo había calificado como un espectáculo amoral y poco ético, afirmaba tras conocer la noticia que ha sido una estrategia muy inteligente y una maniobra excepcional para atraer la atención sobre la necesidad de donantes.Por una parte, la esencia del programa es repulsiva. Sin embargo, sus resultados son tremendamente positivos.
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