El cadáver del sospechoso fue recuperado, con cinco pasaportes, del interior de una furgoneta aplastada por el seísmo en la ciudad de Christchurch, mientras que los tres otros ocupantes, también israelíes, salieron con vida. La Policía empezó a investigar a este grupo israelí tras sospechar que tenía la intención de introducirse en los ordenadores de los cuerpos de seguridad neozelandeses, indicó el periódico “The Southland Times”. Sin embargo, los tres sobrevivientes de la furgoneta abandonaron el país en los siguientes 12 horas.
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