Ray Manzarek, teclista de The Doors, vuelve a alimentar la leyenda de Jim Morrison con unas declaraciones a The Sun (de las que se hace eco Il Corriere della Sera): "Jim era una alma inquieta, y ni siquiera seis años de excesos con los Doors fueron suficientes para él. Poco antes de morir me dijo que las Seychelles serían un buen sitio para esconderse si quisieras que ya nadie supiera de tí". Es más, Manzarek explica como, cuando recibió la llamada de su manager, él no lo creyó. Nunca vio el cadaver: supuestamente ya estaba enterrado.
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