Los responsables de la lucha antiterrorista consideran que la banda dispone en Venezuela de casi medio centenar de personas implicadas con ETA, gran parte de ellos prófugos de la Justicia. Es el caso de Eugenio Barrutiabengoa, deportado en 1984 por Francia tras una sangrienta carrera criminal con al menos seis asesinatos. Entre ellos, el de Aurelio Prieto. Su viuda, Concepción Fernández, que reside en Zaragoza desde hace unos 25 años, ha vuelto ahora a reclamar ahora a la Justicia española la extradición del asesino de su marido.
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