Nos han lavado tanto el cerebro con los exagerados riesgos de la deshidratación que cuando alguien se desvanece en una maratón por síntomas de hiponatremia todo el mundo asume que está deshidratado (una condición mucho menos frecuente), y lo primero que hacen es darle más líquido, magnificando el problema. El American College of Sports Medicine retiró su recomendación de beber todo lo posible en 2007. "...Utilizar la sed como indicador de sed para la regulación de la ingesta de fluido maximiza el rendimiento…”.
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