Los GIFs son mucho más fáciles de compartir que los vídeos. Son más inmediatos (por lo general no requieren la interacción del usuario), y en general compatibles con más dispositivos. En términos de esfuerzo requerido vs emoción transmitida, los GIFs son insuperables. Y, sin embargo, hacer GIFs es todavía un dolor. Al menos, es más difícil de lo que debería ser. Hay alrededor de un millón de sitios web y aplicaciones que ofrecen tomar un clip de YouTube y convertirlo en un GIF. Pero la mayoría no funcionan o están llenos de spyware.
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