Lo que vemos en portada es una obra de arte por dos razones. La primera, obviamente, se refiere a la capacidad del fotógrafo para capturar un momento único e improbable de nuestro tiempo. La segunda, y quizás más importante, porque nos recuerda lo frágil que es el planeta en el que vivimos. Si se quiere también, estamos ante otro ejemplo más de cómo la negligencia o los desechos pueden dar cabida a especies potencialmente invasoras, que pueden tener profundos impactos en ecosistemas delicados.
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etiquetas: fotografía , percebes , ecosistema , medioambiente , plásticos , especies
Cc/ #4
El título de la foto es “Ocean Drifter” en realidad.
Me dije "yo no me he comido eso en la vida, Hulio".
La foto mola mucho
El percebe comestible del atlántico es Pollicipes pollicipes
Un ejemplo
De nada.
Ahora mismo estoy abriendo un Tango naranja del 89. Delicioso.
Los percebes se asientan donde sus larvas encuentran un sitio al que agarrarse, no planifican a ver dónde hay sitio ni están desesperadas. Si es una roca, un tronco o un balón les da igual. Es más, un objeto flotante es una herramienta de dispersión que seguro que, desde la perspectiva de la especie, ayuda a su éxito. A quien no conviene tanto el aumento de estas cosas es a los ecosistemas que puedan ser invadidos por estos percebes.
A partir de ahí, defiende lo que quieras.
Estás viendo unos cuantos moluscos pegados a un plástico, pero no estás viendo miles de millones de otros animales muertos por la contaminación y la subida de las temperaturas.
cc #14 #16