edición general
13 meneos
 

En gratitud a Manolo López

A partir de 1959 fui exiliado político en Ginebra y París un par de años y luego ocho en Londres, donde me ofrecieron trabajo, estudios y afecto. Hacía poco tiempo que Manolo López, abogado laboralista e hijo de panadero, le había recordado a Jorge Semprún que “Eduard seguía preocupado por su vida dedicada de lleno al Partido Comunista en Madrid, sin tiempo para prepararse académicamente para el futuro”. La respuesta fue decirle a Manolo López que “Eduard esperara unos tres años y luego podría estudiar en la universidad soviética que quisiera..

| etiquetas: exilio , punset , manolo lópez , post guerra

menéame