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Un estudio de Reino Unido demuestra que llevar la naturaleza a las ciudades puede enfriar el aire hasta 5 grados durante una ola de calor

Un estudio de Reino Unido demuestra que llevar la naturaleza a las ciudades puede enfriar el aire hasta 5 grados durante una ola de calor

Era algo que ya se podía intuir, pero este primer trabajo es una prueba de campo de la que deberían tomar nota los gobiernos. En esencia, el trabajo demuestra con números que llevar la naturaleza a la misma ciudad es clave en la lucha contra el calor. De hecho, demostraron que los jardines botánicos pueden reducir la temperatura del aire del centro de la ciudad hasta en 5 °C.

| etiquetas: universidad de surrey , estudio , vegetación , ciudades , enfriar , 5 grados
vaya: solo hay que medir los grados en el campo a la sombra y al sol, y en la ciudad, asfaltada, a la sombra y al sol
Quién iba a decir que un parque y un arroyo refrescan más que una plaza de cemento y una tubería de PVC soterrada
A lo mejor más de uno entiende ahora por qué en el norte no hace tanto calor...
#3 Comentario cipotoide de la jornada. Enhorabuena, amigo. Llegarás lejos en las redes sociales.
#3 igual el que tiene que entender conceptos basicos como latitud o clima eres tú.
Porque claramente en el Sáhara hace mas calor por el urbanismo desmedido sin zonas verdes
#3 En Noruega, por ejemplo? :-D
Pues en Madrid carapijo piensa que hace poco calor, y hay que talar árboles como si no hubiera un manaña
#4 No seas dramático, eso queda equilibrado con el "pon una maceta en tu balcón"
Si la naturaleza es la respuesta a todas las cosas
¿cual era la pregunta?
El problema es en ciudades como las del Sur de España donde esa naturaleza supone un estrés hídrico importante, y cada día en más sitios será así
Si utilizáramos el espacio que ocupan las putas terrazas de hostelería en nuestras aceras para plantar arboles podríamos hacer que Sevilla pareciera Oslo.
definitivamente los serviles borbónicos y franquistas del PP seguirán cortando árboles.
Totalmente en linea con el urbanismo actual en muchas ciudades del país.
Mientras tanto en ciudades como Sevilla, donde en llegamos a pasar semanas a más de 40 grados, nuestros alcaldes se empeñan en talar árboles a todo lo que da y peatonalizar plazas con granito donde la única sombra que hay es la de las sombrillas de los bares, donde tienes que pagar para sentarte, por supuesto.

Y el único y último gran espacio verde que queda (la Dehesa de Tablada), zona inundable pero un caramelito inmobiliario, ya ha sido sentenciada de muerte y está previsto que se construya todo lo que se pueda en lugar de convertirlo en un pulmón verde para casi un millón y medio de personas.

Qué mal futuro nos espera...
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menéame