La tradición y la ley judía dictaban que solo el siclo de Tiro podía utilizarse como tributo anual en el Templo de Jerusalén, así que esa pieza es la hipótesis más aceptada sobre qué monedas se usó para pagar a Judas por su traición a Jesús. Hoy, vemos el contexto histórico del siclo de Tiro en relación a Cristo, pero también cuánto valía exactamente.
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#0 Muy buen artículo, #0 , me ha gustado mucho.
Precisamente que el pago fuera equivalente a eso último no es casualidad: es una forma de decir que la maldad de Judas le hizo esclavo, por contraposición a la idea de que Jesús te hace libre.
Curiosamente, Mateo simplemente dice "monedas de plata" en vez de "sikloi", pero entiendo que para un habitante de su zona en su época con eso queda claro de qué habla. Si hubiesen sido denarios sí lo habría hecho notar escribiendo "denarioi" (usando la forma helenizada de denarius) en vez de "argyria".
Tengamos en cuenta además que no hablamos de una persona activa en Roma sino en una provincia de medio pelo, por así decir, alejada del poder político del momento, y con una cantidad no tremendamente numerosa de seguidores.
www.meneame.net/m/cultura/cuanto-costaba-esclavo-antigua-roma
El clasicista Jerry Toner extrajo algunas ideas de los pocos datos que nos han dejado las fuentes, y concluyó que el precio promedio de un varón de entre quince y cuarenta años era de alrededor de 1000 sestercios, y el de una mujer de esa misma edad, unos 800. Si el esclavo superaba los cuarenta o tenía entre ocho y quince años, rondaba los 800.
Alföldy, sin embargo, nos cuenta que en el siglo II a. C., el precio estaba entre los 1.200 y 2.000 sestercios.
Ese precio variaría según cientos de factores como la habilidad negociadora del comprador y del comerciante, el estado del esclavo, las ganas de ostentar del comprador, las habilidades del esclavo...
Yo me estaba guiando conceptualmente por la parte de la ley bíblica, donde se establecía la compensación por la muerte accidental de un esclavo en 30 monedas de plata, pero hice erróneamente la equivalencia de un siclo a un denario, cuando habría de equivaler un siclo a cuatro denarios.
Como el sestercio era un cuarto de denario, y el denario era un cuarto de siclo, la compensación de 30 siclos equivaldría a 480 sestercios.
Éxodo 21:32
Además, voy a insistir en el hecho de que Jesús el nazareno no estaba en una parte relevante del imperio, sino en una provincia un poco dejada de la mano de Júpiter.
Solamente se conservan textos de cuatro autores romanos coetáneos a Jesús, y ninguno de ellos es un cronista. Son Fedro, un fabulista; Séneca el viejo, teórico y práctico del Derecho; Petronio el satírico; y otro autor, Plinio el viejo, que tampoco habría tenido interés en mencionar en sus textos a un predicador y taumaturgo de una provincia distante, probablemente porque ni siquiera tuviera noticia de él.
La calidad evidenciaria, insisto, es la esperable para una persona de su tiempo y lugar.
Si quieres sostener que Jesús fue un personaje totalmente legendario, adelante: arguméntalo y publícalo. Pero también tienes que resolver los 35.567 problemas que te surgen.
¿Puedes poner un autor, más o menos serio, que sea "mitista", es decir, que sostenga que Jesús nunca existió? Yo me sé dos, frente a toda una profesión de especialistas que sostienen lo contrario.
El nacimiento no habría sido en el año 1 (el concepto de 0 numérico no había llegado aún a Europa), sino realmente sobre el -5, más o menos.
Fuera de los textos paulinos, la referencia fiable más antigua es Flavio Josefo, que en Antigüedades de los Judíos, libro XX, capítulo 9, habla de la ejecución de "Jacobo, hermano de Jesús al que llaman Cristo". De esa ejecución fue testigo el propio Josefo, que era un miembro importante de la comunidad sacerdotal de Jerusalén.
El otro texto de Josefo, llamado Testimonium Flavianum, es algo problemático porque tiene interpolaciones cristianas posteriores al siglo III, como se puede deducir a partir del Contra Celso, de Orígenes Adamantino.
Sueldo, soldino, sou, y soldo vienen todas de la moneda romana tardía llamada solidus.
Y la cuestión ya no es tanto si existió un profeta judío en el s. I conocido como Jesús de Narazet, lo cual es plausible, sino si es posible conocer algún hecho del personaje con el mínimo grado de confianza que amerite consideración historiográfica.
Y, a día de hoy, afirmar que Judas cobró treinta monedas de plata por traicionar a Jesucristo tiene la misma credibilidad que afirmar que Apolo nació en Delos (hecho sobre el cual contamos con tantas o más referencias de una calidad evidenciaria cuanto menos equiparable a la de los evangelios).
La razón de que a día de hoy se sigan leyendo artículos como éste, que mencionan hechos narrados en los evangelios como si de hechos históricos se tratase, no tiene nada que ver con la historia y sí mucho que ver con la religión.
¿Por qué le ofrecieron a Judas treinta monedas de plata por traicionar a Jesús?
Cuando Judas Iscariote visitó a los sacerdotes principales para ver cuánto le darían por traicionar a Jesús, ellos le ofrecieron “treinta piezas de plata” (Mateo 26:14, 15). Según parece, con esa cantidad querían demostrar el poco valor que le daban a Jesús y el desprecio que sentían por él. ¿Por qué afirmamos esto?
Se cree que aquellas “piezas” eran siclos de plata, la unidad básica del sistema monetario judío. ¿Qué podía comprarse con treinta siclos? Apenas daban para comprar un esclavo —según el precio estipulado en la Ley mosaica— o una parcela de tierra (Éxodo 21:32; Mateo 27:6, 7).
En cierta ocasión, el profeta Zacarías reclamó a los israelitas infieles el pago por sus servicios como pastor del pueblo de Dios. Ellos pesaron “treinta piezas de plata” y se las entregaron. Con esa cantidad querían humillarlo, pues daban a entender que no le concedían más valor que a un esclavo. Ante tan claro menosprecio, Jehová le indicó a Zacarías lo que debía hacer con el salario: “Tíralo al tesoro... el valor majestuoso con el cual he sido evaluado desde su punto de vista” (Zacarías 11:12, 13). Y eso mismo fue lo que hizo el profeta. Siglos después, Judas actuaría de un modo semejante con el dinero que le darían por traicionar al pastor de Israel designado por Jehová (Mateo 27:5).
youtu.be/JePQfe5EP3o?si=Rb657p5k7cuKUGo9
Toda esta mitología me confunde mucho, como cuando Gandalf el banco reaparece después de fallecer Gandalf el gris y Darth Vader lucha con su propio hijo.
No, espera, creo que estoy mezclando cosas...
Bueno, eso es necesariamente común a todos los personajes históricos Pero, entiendo el punto. Es evidente que, ni conservamos la hemeroteca de El Correo de Nazaret del s. I y que ni las fuentes primarias, ni mucho menos la secundarias, tenían como objetivo el relato verídico de los hechos (a pesar de que Heródoto ya llevaba unos cuantos siglos bajo tierra).
Pero más allá de todo esto, de que la Palestina romana no era el epicentro del Imperio (a pesar de que tampoco eran sus arrabales, era una zona fuertemente helenizada con una rica tradición literaria en hebreo y arameo y por la que pasaron casi todas las grandes civilizaciones de Oriente Próximo) y de que Jesús de Nazaret no fue un personaje relevante durante su vida; el quid de mi comentario radicaba en la credibilidad de esas fuentes documentales y, sobre todo, en la influencia que la religión ha tenido sobre su interpretación.
Durante siglos, y especialmente a partir de la Edad Media (quizás como uno de sus actos fundacionales), se consideraron los textos bíblicos narraciones históricas. Algo que, salvo contadas excepciones (especialmente en Israel), es algo completamente superado hoy en día. Sin embargo, aún perduran tics de ese pasado en textos como el de este artículo, que pretenden tratar como un hecho histórico un evento mitológico como el de las treinta monedas que recibió Judas por traicionar a Jesucristo (insisto, tan verosímil como el nacimiento de Apolo en Delos).
La cuestión no estriba tanto en la disponibilidad, el número o la antigüedad de las fuentes, sino en una de los fundamentos de la crítica historiográfica: su credibilidad. Y, a ese respecto, aunque considero más probable la existencia real de Jesús de Nazaret que la de Minuro, a decir verdad no disponemos de fuentes históricas (las que mencionas hacen referencia a los cristianos, no a Jesús de Nazaret) que nos permitan conocer con un mínimo de certeza siquiera algún rasgo o anécdota del personaje.
Si consideras que existió un Jesus que fue crucificado, creo que sí las hay. Si consideras un Jesús que anduvo sobre las aguas y demás...
Sigues insistiendo en que ese tipo existió. Y yo sigo diciedndo que fué un invento posterior.
Yo tengo razón y tu no eres mas que un tipo que no tiene un mínimp de cultura para saber que el tal Jesus es una mezcla de mitos anteriores.
Simple mitología. Y de la mala.
Qué el personaje mítico de Jesus esté construido con una mezcla de mitos anteriores no hace imposible que existiera un personaje histórico. Que obviamente no hizo lo que dicen los mitos. Es más, es muy normal que los mitos se construyan en torno a personajes reales. Como el míto de Dracula se creó sobre la base de Vlad el empalador. Y que no fuera un vampiro no hace menos real su existencia.
El argumento de más peso que existe a favor de que un tal Jesús (el histórico) existió realmente es el hecho de que es más fácil inventarte una historia sobre un personaje real que no inventarte personaje e historia.
Te he peguntado si conoces a algún autor más o menos serio que sostenga lo que dices. Yo conozco a dos. No te los voy a decir si tú no lo haces.
El Jesús histórico como tal poco tiene que ver con el Jesús de los cristianos. Un aspirante mesiánico fracasado, judío fanático estricto observante de la ley, crucificado como cualquier reo por delitos de sedición.