Los humanos heredaron el amor por el alcohol de sus ancestros primates, o al menos esto es lo que defiende la hipótesis del mono borracho: una teoría ahora respaldada por este nuevo estudio, el cual expone porqué los monos prefieren las frutas fermentadas.
|
etiquetas: alcohol , monos
Es la eterna cuestión de "¿las plantas domesticadas en agricultura las hemos modificado nosotros según nuestras necesidades o se han adaptado a nosotros para garantizar una mejor supervivencia?"
La evolución, además, no actúa en 10.000 años que tiene la agricultura. Pero es que ni por asomo. Ese tiempo no es ni un suspiro evolutivo.
Y la evolución es constante, y 10.000 años en estos terminos es relativamente poco tiempo. No obstante, si se pueden ver grandes cambios en "poco" tiempo. Simplemente mira lo que hacen 400 años de selección humana (Giovanni Stanchi, 1672):
Había un documental en la que se producía una acumulación de fruta (sabana africana) que había empezado a fermentar y vamos, no había bicho que no se pusiera a tono (parecido a un after a la hora de comer...)
En ese escenario por primera vez los que eran propensos a consumir bebidas con alcohol tenían una ventaja evolutiva respecto a los que preferían el agua.
Concretamente el doble de cerca, según esta web: www.timetree.org (43 MYA vs 94 MYA).