Cuando habla de su profesión, Yolanda Morató (Huelva, 1976) destila entusiasmo por los cuatro costados. O mejor cabría hablar de sus profesiones: profesora universitaria, investigadora, traductora, escritora. Su curiosidad y su pasión la han llevado a abordar muchos y muy distintos palos sin salir del ámbito de los libros y la literatura. Wyndham Lewis, Ezra Pound, Rebecca West, George Perec, Josef Albers, Manuel Chaves Nogales y E. Millicent Sowerby son algunos de los autores a los que ha estudiado y traducido.
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Todos los que ven peligrar sus trabajos por el avance de la IA, deberían empezar a dirigir sus esfuerzos en conseguir una renta básica universal y dejar de lado pensamientos neoludistas.
Mi mujer es traductora, y tb dice lo mismo. No son todavía capaces de hacerlo sin errores.
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Y mi mujer dice que no solo es suficiente saber el idioma para saber traducir. Que traducir literalmente lo puede cualquiera, pero otra cosa es la gramática, la semántica, los giros, y como suele decir hay maneras escritas en frases, que se tiene que escribir en el idioma traducido totalmente diferente, y que la traducción literal no lleva a ninguna parte, y que es lo que no pueden los no profesionales.
(hablo de literatura).
Me recuerda al "kick you ass" que en muchas peliculas tradujeron como "te voy a patear el culo", vale, pero es que en español nadie dice eso.
Si una traducción automática es un 93% correcta hoy sobre el 99% del humano profesional, pero es 30 veces más rápida y 100 veces más barata, te aseguro que no me gustaría dedicarme a ese campo.
Sigue el hilo.
Para traducciones profesionales, quizás. Para las traducciones literarias, no.
Si tu mujer quiere taparse los ojos ante una realidad muy jodida en su sector puede hacerlo si quiere, pero precisamente en temas de traducción se están alcanzando ya unos niveles muy altos. Y esto va que se las pela... En un futuro próximo se van a ver traducciones, no ya en texto sino hasta en tiempo real directamente en voz, muy cercanas a ese 99% del que hablo y desde luego infinitamente más baratas y rápidas.
No es que los traductores humanos vayan a desaparecer de la noche a la mañana, pero sí se van a reducir significativamente.
Malos tiempos para la lírica sra Morató. Yo también me gané muchos años la vida (y muy bien) con la ventaja competitiva de ser hablante nativo de Inglés en un país dónde nadie lo hablaba. Pero esto ya ha pasado.